jueves, 26 de julio de 2007

TRABAJOS DEL CUARTO AÑO



EL CHULLACHAQUI (Espíritu de los Pies Desiguales)
La selva peruana con su exuberante vegetación, encierra un sinnúmero de misterios y peligros en la profundidad de los bosques. Para los habitantes de este ¡menso manto de verdor no hay secretos ocultos. En este mundo además de gran variedad de animales pasivos y salvajes, existen también mitos y leyendas de seres mitológicos y fatídicos como EL TUNCHE Y EL CHULLACHAQUI, llamado también espíritu de los pies desiguales.Según los habitantes de la selva, el chullachaqui, siempre adopta la figura o la forma de una persona amiga conocida del pueblo, para engañar a la que va a ser su víctima y hacerle perder en la espesura de la enmarañada selva. Muchos pobladores aseguran que en muchas oportunidades han visto las huellas o pisadas desiguales del que dicen Chullachaqui, impresos en el barro, otros dicen que es un demonio que cuida la selva para que no penetren en ella.Cuentan así mismo los pobladores, que en Aymayarí, un bello pueblo enclavado en la selva del Departamento de San Martín a un Km. aproximadamente de la población, se encuentra la guarida o casa de los Chullachaquis. Relatan que un día a horas de la tarde un vecino del lugar llamado Juan Nicolás, después de haber bebido una gran cantidad de masato (licor a base del fermento de la yuca), decidió ir a al chacra para ayudar a su padre quien se encontraba realizando las labores agrícolas.Al pasar por el referido lugar, improvisadamente se le presentó una persona igualita a su padre y sin dejarlo avanzar le dijo; "He venido a esperarle, sígueme vamos a la chacra". Juan Nicolás un poco sorprendido obedeció sin decir una sola palabra siguió caminando junto con su inesperado acompañante por un camino bastante ancho pero a medida que iban avanzando el camino se hacia cada vez más angosto. En ese trayecto sorpresivamente se detuvo y le dijo: "Hasta aquí te he acompañado, tu te quedas y yo me voy, y desapareció del lugar, riendo burlonamente.Recién Juan Nicolás se dio cuenta que se encontraba perdido en un enorme bosque y por más que busco el camino para regresar a su casa no lo encontró. Desesperado ando por el monte llamando con voz en cuello a alguien que pudiera encontrarse cerca para que lo saque del lugar pero nadie respondió.Al darse cuenta los familiares que Juan Nicolás no se encontraba ni en su casa ni en la chacra, de inmediato salieron a buscarlo, logrando localizarlo después de cuatro días de intenso trajín. Pero Juan Nicolás había perdido la razón. Ya en su casa comenzaron a curarlo pero no conseguían volverlo a su estado normal. En vista de que no recobraba el conocimiento decidieron llevarlo a un curandero para que lo tratara. El curandero les pidió que llamaran al sacristán y al cantor de la iglesia y conjuntamente con los familiares del enfermo caminaron hasta el sitio en donde habían encontrado a Juan Nicolás. Al llegar al lugar prendieron las velas que habían llevado y comenzaron en voz alta a llamar al alma de Juan Nicolás. A continuación emprendieron el camino de regreso haciendo sonar la campanilla, cantando y sin mirar hacia atrás, cuando llegaron encontraron que Juan Nicolás se encontraba profundamente dormido y entonces comenzaron a llamarlo diciéndole: "Juan Nicolás, Juan Nicolás..." y después de un largo suspiro Juan Nicolás despertó ya completamente sano y salvo del hechizo del CHULLACHAQUI.


CERRO WAYQUICHAYUQ
Un hombrecito M, para pasar el cargo de la fiesta patronal de Sayhua había ido a trabajar a la costa pero no encontró suficiente dinero y regresaba preocupado en afrontar los gastos que demanda la fiesta. con tanta preocupación sus pies se habían debilitado y la noche le sorprendió en las faldas del cerro Wayquichayuq (cerros gemelos que se miran frente a frente )y no tuvo otra salida que acampar en dicho lugar. Llegada la medianoche, los cerros empezaron a conversar, entonces el campesino y escucha la conversación de los cerros .

“Hermano ,tenemos un visitante ,dice uno de los cerros .¿que cosa le vamos invitar?,contesta el otro “yo le daré maíz”,¿y tu que le vas a dar?
“Entonces yo también le daré maíz .el hombre, asustado, agarra sus piaras y se marcha con el destino a Sayhua .




Llega al pueblo y empieza a descargar las alforjas y, dentro de ellas, se encuentra oro y la plata .el muchacho considera esto como un acto de regalo de sus apus wamanis y cuenta a su hermano mayor .el hermano de muchacho, que era muy ambicioso, se va a dormir a las faldas del cerro wayquichayuq y a media noche escucha la conversación de los apus wamanis.”Hermano ,tenemos un visitante dice el uno de los cerros ,el orto responde .¿que le vamos a dar .yo le daré cerdas ,¿y tu? De igual modo le daré cerdas .entonces, el hermano codicioso vuelve al pueblo muy feliz a tempranas horas de la mañana
le empieza a crecer el cabello como el pelo de chancho y así llegó al pueblo.
Los comuneros al verlo con cabello crecido le dijeron que era por ambicioso





Grupo de Darío




La leyenda de los hermanos que se convirtieron en aves

Vivía una familia en la altura de la selva. Era una familia donde vivía el papá la mamá y sus dos hijos. En una noche de invierno había rumores de que había aparecido jarjacha y las familias de la selva se asustaron y se fueron de ahi. Pero solo se quedo una familia que no creia en el jarjacha.

Y en una noche se apareció el jarjacha y no sabían que hacer, el jarjacha (con un solo escupitazo te paraliza) le escupió a los padres y los niños salieron corriendo sin saber a donde iban. El jarjacha había matado asus padres, y los dos hermanitos llorando se internaron en la inmensidad de la selva llorando decían papá ,mamá..... papá, mamá......


En la selva existen muchas cosa extrañas y un duende al escuchar estos gritos tan penosos se acercá a los dos hermanitos y como ellos estaban perdidos en la selva el duende los convirtió en aves.

Ahora en la actualidad esas aves siguen en la selva buscando a su mamá y su papá el canto de esas aves es: papá,mamá.... papá, mamá.....

fin


1 comentario:

hever dijo...

uno. Me han dicho que en el 2001,
en esta batalla campal al sur del Cuzco,
murió un combatiente; que el año pasado,
2006, algunos luchadores perdieron
los ojos; y que hace dos años una bala
perforó el corazón de un caballo color
almendra. «No se usan armas de fuego
–intentaron explicarme–, no sé qué pasó
allí». Lo cierto es que las probabilidades
de que mañana corra sangre son muchas:
la vida es frágil cuando se acerca
la batalla.